ESPAÑOL (10)
Diario - “La Divina Misericordia en mi alma”
Santa Maria Faustina Kowalska
Diario - “La Divina Misericordia en mi alma”
Santa Maria Faustina Kowalska
Santa María Faustina Kowalska, apóstol de la divina Misericordia.
Maria Faustina del Santísimo Sacramento, de la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia, de Cracovia, Polonia, lo escribió por orden de su Director Espiritual, el rev. P. Miguel Popocko, queriendo además cumplir y obedecer la voluntad de Jesús. Su misión era transmitir lo que quería Nuestro Señor, es decir que todo el mundo conociera la Misericordia de Dios. “Tú eres la secretaria de Mi misericordia; te he escogido para este cargo, en ésta y en la vida futura” (Diario, 1605). “Hija Mía, se diligente en apuntar cada frase que te digo sobre Mi misericordia porque están destinadas para un gran numero de almas que sacaran provecho de ellas.” (Diario, 1142).
La imagen de Jesús Misericordioso
“Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: “Jesús, en Ti confio.” (Diario, 47).
“Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerta. Yo Mismo la defenderé como Mi gloria.” (Diario 48)
La Fiesta de la Misericordia
“Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia” (Diario, 49)
La coronilla a la Divina Misericordia
“Hija Mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz. Escríbelo para las almas afligidas: Cuando un alma vea y conozca la gravedad de sus pecados, cuando a los ojos de su alma se descubra todo el abismo de la miseria en la que ha caído, no se desespere, sino que se arroje con confianza en brazos de Mi misericordia, como un niño en brazos de su madre amadísima. Estas almas tienen prioridad en Mi Corazón compasivo, ellas tienen preferencia en Mi misericordia. Proclama que ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad. Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso.” (Diario, 1541)
La Hora de la Misericordia
“Cuantas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y, especialmente, para los pobres pecadores, ya que en ese momento, se abrió de par en par para cada alma” (Diario, 1572).
La propagación de la devoción a la Divina Misericordia.
“A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador Misericordioso” (Diario, 1075).
“Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte” (Diario, 742). Cristo desea que sus devotos hagan al día por lo menos un acto de amor hacia el prójimo.
Alabanzas a la divina misericordia
El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza:
La coronilla a la Divina Misericordia
(para rezarla con las cuentas del rosario común de cinco decenas)
Al comienzo:
Padre Nuestro: Padre nuestro, que estás en el cielo, santifica- do sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros per- donamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Novena a la Divina Misericordia
PRIMER DÍA
“Hoy tráeme a toda la Humanidad, especialmente a todos los pecadores y sumérgelos en la inmensidad de mi Misericordia. De esta forma me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas”.
Misericordiosísimo Jesús, cuya inclinación natural es la de tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu Bondad infinita. Acógenos en la morada de tu Corazón Misericordiosísimo y no permitas que salgamos jamás de Él. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Novena de la “Misericordia Divina por los inocentes”
1 ° día- Intención: Por los inocentes con hasta un mes de gestación
¡Oh! Misericordioso Jesús, concebido por el Espíritu Santo, y aceptado amorosamente por Tu Madre María...